jueves, 16 de octubre de 2008

La Tormenta


La tormenta llegó ocultando al sol,
envolviéndolo todo de tristeza.

Llovió con tanta fuerza, que dolía,
empapando de amor
cada una de sus piedras.

Y él halló su lugar junto a la madre,
la esposa, el hijo, los hermanos, esa
mano que se nos tiende si perdidos.

Y fue un final y un descubrir la vida,
y hundieron en tu piedra sus raíces,
aprendiendo que nada es permanente.

Pasará la tormenta –siempre pasa-
y volarán de nuevo
en tu jardín mariposas azules.

Esperanza Rubio



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